Otro mundo es posible. ¡Otro mundo es necesario!

Semana Diocesana contra la Pobreza en Getafe

11320082215logotipo_caritas               Del 16 al 20 de febrero Cáritas celebra la Semana Diocesana de la pobreza en Getafe. Estas jornadas servirán para profundizar más sobre las conclusiones del VI Informe de FOESSA y sensibilizar a los participantes sobre la cruda realidad de la exclusión y el desarrollo social.

              El primer día del programa ha tenido lugar en el Teatro Auditorio Federico Gª Lorca. A las 17.30h el obispo diocesano, Joaquín María López de Andújar, abrió el acto deseando una próspera semana en la que se meditase el papel primordial de la Iglesia para con los pobres. Posteriormente, fue presentado el VI Informe Foessa, que dio paso a una mesa redonda moderada por Jesús Bastante Liébana, periodista de Religióndigital.com. En dicho coloquio se puso sobre el tapete experiencias, tanto personales como comunitarias, de cristianos que hacen una decidida opción por los más pobres.

             Se hablaron de proyectos iniciados por el Albergue de San Vicente de Paul (Personas Sin Hogar-Cáritas en Aranjuez), Reciclamoda (Inserción Laboral-Cáritas Sigüenza-Guadalajara), Betania (Familia-Parroquia San Eladio en Leganés), Chador (Mujer Inmigrante- Parroquia Ntra. Sra. de la Paz en Parla), donde estuvieron muy presente distintos rostros de la pobreza, según la diversidad de la acción social de estos grupos.

                 En tiempos recios en los que numerosas familias empiezan a padecer las consecuencias de la crisis económica, el VI Informe FOESSA puede iluminar  para trazar un plan que subsane esta dura realidad tanto a los políticos como a las organizaciones no gubernamentales. A pesar de los notorios avances tecnológicos y desarrollo del PIB conseguido durante los últimos años en nuestro país, 8 millones de personas padecen de algún modo la exclusión. En este sentido, 1,7 millones de españoles sufren la pobreza absoluta (25 % de la población) y más de 800.000 hogares se ven angustiados en la exclusión severa.

              En los últimos meses, Cáritas ha sufrido un cambio tanto cualitativo como cuantitativo en el incremento del número de acogidas, lo cual está saturando mucho de sus servicios. Una comprensión de esta amarga realidad hecha desde los Evangelios es el único impulso esperanzador que hace que los miembros de esta organización sigan trabajando con tesón. 

               En la actualidad, los pobres son el 75% de la población. Si nos creemos y vivimos bajo el aliento de las siguientes palabras de Ambrosio de Milán, llegará el momento en el que la justicia brille, el amor triunfe y la creación regrese a su estado original:

«No le regalas al pobre una parte de lo tuyo, sino que le devuelves algo de lo que es suyo, pues lo que es común y ha sido dado para el uso de todos lo usurpas tu solo».

El neoaltruismo

Arte que aquilata la industria del egoísmo 

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            Los jóvenes enérgicos que aspiramos a una radical transformación de nuestro entorno compartimos una característica común; minusvalorar a aquellos que nos preceden. La audacia de nuestra virtud consiste en, como Nietzsche, derrocar los valores heredados por nuestros padres. Indudablemente, ¡estos no son más que contracultura!       

         Ciertamente, no podemos valorar positivamente aspectos que nos deprimen y que sucumben en la desesperación. Ante la acerada crisis económica sólo cabe una pregunta a nuestros veteranos: ¿qué habéis hecho?; ¿qué panorama nos habéis fraguado?; ¿desempleo y recesión es aquello que vamos a heredar de vosotros? Sin ir más lejos, en los primeros días del segundo cuatrimestre, esta incertidumbre se escenificaba en un profesor de la Universidad vaticinando a su alumnado un paisaje laboral abismalmente desolador.

                  Pero, en cualquier caso, este subversivo grito no traza ninguna solución. Va siendo hora de abandonar las quejas apesadumbradas y examinarnos a nosotros mismos. Y mirando la aguzada viga de nuestro ojo, reflexionar qué hacer por nosotros y por los demás. La paradoja del hombre de nuestro siglo reside en que, mientras disfrutamos de mayores libertades sociales y económicas, y de cuantiosos logros tecnológicos, hemos construido un horizonte donde el narcisismo dicta en un alma sedienta de esperanza.

                  El pasado sábado tuve la oportunidad de visitar una ciudad que conserva en su corazón dos enormes industrias dedicadas a la producción altruista. En Ciempozuelos podemos encontrar una de las grandes multinacionales, demandadas por unos clientes que pasan muy desapercibidos por las grandes industrias en general; y por el ciudadano occidental en particular.

                El Centro San Juan de Dios, alentado bajo el calor espiritual de su fundador y de Benito Menni, no encuentra mucha competencia en el sector asistencial sanitario para pacientes con afecciones psíquicas. La ingente labor de la Orden Hospitalaria y de sus trabajadores y colaboradores contribuye con la acogida de 2000 personas que padecen esta minusvalía en dos centros equipados de calidad técnica y espiritual.

                  Un paseo por Ciempozuelos es toda una lección para las ciudades del siglo XXI, llenas de ruidos y masificación comercial, donde los rostros humanos acaban petrificándose. En esta ciudad, la solidaridad es una bandera que imprime un significado carente de parangón. Contemplar la estampa de un vecino saludando a un disminuido que ha salido a pasear es una reflexión visual, que pocas palabras podrían definir a un monumento de tan gigantesca belleza.

                 Desde el pasado sábado en mi corazón reverbera un eco que advierte que en la actualidad se necesitan muchas personas e industrias que potencien el arte del altruismo. Cuando camino por el centro de Madrid, observando la soledad de sus metros y de sus espaciosas avenidas, ratifico que he de profundizar y trabajar esta técnica artística junto con mis coetáneos. Los jóvenes hemos de rechazar aquello que dificulte la construcción del andamiaje de nuestra sociedad, pero conservar los buenos valores que han sido adalides de la historia de la humanidad. El pasado sábado aposté por una corriente artística y una empresa cuya producción creativa nunca ha de cesar. El neoaltruismo es el único movimiento llamado a ser vanguardista; es la puerta que inexorablemente flanquea la felicidad.